miércoles, 19 de marzo de 2008

Siempre nocturno




Cada noche implacable, cada noche,
la ginebra cimbrea visiones y deseos,
y un lamento de intolerable ansia
-dice llamarse música- exhausta se sucede.
Y el neón carmesí, cordoncillo enredado
en la pálida estrella de la aurora
sólo es sangre delgada. Despedida.




Ana Rossetti

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