martes, 12 de mayo de 2009

La repugnancia del ser ¿humano?


¿Sabe usted, por ejemplo, que en el momento en que yo os hablo hay cien mil locos de nuestra especie que llevan sombrero y que matan a otros cien mil animales que llevan turbante, o son asesinados por ellos, y que así ocurre en toda la tierra desde tiempo inmemorial? Estremecióse el Sirio y preguntó cuál podía ser el motivo de tan horribles querellas entre animales tan ruines. “El motivo es, dijo el filósofo, unos cuantos trozos de tierra tan grandes como vuestro talón. Y no se trata de que algunos de esos millones de hombres que se dejan la vida pretenda obtener para sí ni un pequeño terrón de ella. Lo que se ventila no es más que saber si esa tierra pertenecerá a un cierto hombre que se llama Sultán o a otro que, yo no sé por qué, se hace llamar César . Ni el uno ni el otro han visto ni verán jamás el pequeño rincón de tierra que está en litigio, y casi ninguno de esos animales que se matan mutuamente ha visto nunca al animal por el cual se matan”. - ¡Desgraciados! exclamó el Sirio con indignación, ¿puede concebirse tal exceso de rabia tan furiosa? Ganas me dan de dar tres pasos, y de aplastar con otros tantos puntapiés a toda esta ralea de asesinos ridículos. No vale la pena que os toméis tal molestia, que de sobra se están labrando ya ellos su propia ruina. Sabed que dentro de diez años no seguirá viviendo ni la centésima parte de estos miserables; sabed que incluso antes de sacar la espada, el hambre, la fatiga o la intemperancia habrán acabado con casi todos. Por otra parte, no es a ellos a los que hay que castigar: es a esos bárbaros sedentarios que apoltronados en sus despachos ordenan, mientras hacen la digestión, el exterminio de un millón de hombres y a continuación dan solemnemente gracias a Dios por ello.


Voltaire
Fotografía: La_Dama

1 comentario:

aapayés dijo...

Muy profundas tus palabras escritas un gusto leerte, hace tiempo no escribías..

te dejo mis saludos fraternos
un abrazo